Jesús Sánchez Meleán
“Don Quijote de la Mancha”, obra cumbre de la literatura en español, nos enseñó entre muchas cosas, el desgaste del héroe al enfrentarse a unos enemigos imaginarios. Esa pelea del Quijote contra los molinos de viento era innecesaria y estéril. Los molinos de viento estaban allí para transmitir un miedo, pero no representaban peligro alguno. El peligro estaba en la imaginación del personaje.
Cosa diferente ocurre con los Asociaciones de Propietarios, o HOA. Estas son poderosas organizaciones creadas para proteger a los propietarios de viviendas en los vecindarios. Sin embargo, en la práctica las HOA han dejado de cumplir su misión original y se han convertido en organizaciones depredadoras de los propietarios. Sobran los ejemplos de este tipo de comportamiento.
Cientos de personas han perdido sus casas en Colorado luego que las HOA han impuesto un gravamen a sus propiedades. Esa penalidad pasa a tener precedencia sobre cualquier otro gravamen incluida la hipoteca de la casa en manos del banco. Lo más triste es que ese gravamen se impone en la mayoría de los casos para ejercer un cobro compulsivo de multas y otros castigos con causas ridículas como colocar el bote de la basura en el lugar equivocado.
Lo grave es que, hasta el cierre de esta publicación, la asamblea legislativa de Colorado no ha conseguido conformar una mayoría que ponga freno a las HOA. Todo indica que hay un poder, o intereses superiores, y no aparentes, opuestos a restar poder a las HOA. Nos imaginamos que hay inescrupulosos beneficiarios del mercado de remate de viviendas que impiden el aprobar esa regulación. La propiedad inmobiliaria está riesgo si no se regulan las HOA
También te puede interesar:
Abusos de Asociaciones de Propietarios en la mira de los legisladores