(Lo que creo acerca de lo que creo cuando creo)
La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Pablo Picasso. –
El subtítulo de este artículo pareciera parte de un trabalenguas, pero no lo es. Como artista plástico me he puesto a reflexionar acerca de las convergencias tanto físicas, mentales así como espirituales al crear una obra de arte. Esta tercera me llama mucho la atención en esta etapa de mi vida y de mi carrera.
El arte es una actividad abstracta. La RAE, incluso, ofrece un significado ambiguo por su naturaleza cuando lo define como “Acto mediante el cual el hombre imita o expresa lo material o lo invisible, valiéndose de la materia, de la imagen o del sonido, y crea copiando o imaginando.”
Si bien el arte es un oficio inspiracional e intuitivo, también pudiera ser una virtud innata y hasta un don. Lo interesante es cuando el artista utiliza ese “regalo” para comunicar, para protestar o para manifestar alguna condición humana para un bien mayor.
He llegado a pensar que el artista nunca sabe lo que está haciendo. Que es tan solo un conducto por el cual la inspiración etérea transmite la belleza del espíritu humano. Aun cuando la obra de arte no llegase a poseer una aparente belleza estética para el espectador.
Algunas de las obras de arte más famosas de la humanidad, carentes de belleza (conceptual), en su espíritu conllevan una belleza que va más allá de la percepción humana, alcanzando quizá lo divino.
Se me vienen a la mente “La Medusa” de Caravaggio, el “Retrato de Dora Maar” de Picasso, o “El Grito” de Munch. Pero hay cientos, quizá miles de obras de arte, cuya belleza se encuentra metida en el corazón de su autenticidad y de su contexto. Las obras de arte perdurables siempre van acompañadas de una historia.
El fin de semana pasado, adquirí una pieza del artista Jesús Sánchez-Álvarez. Es un dibujo a tinta de una especie de minotauro con caparazón de caracol que se desploma como un meteoro. Tiene manos humanas que tocan tambores mientras el caparazón es flechado entre llamas. La pieza tiene movimiento música, energía y en general me intriga. Me abre la imaginación a muchas opciones y me pregunto si el artista mismo sabe que es lo que está ocurriendo en esa pieza.
Porque el tema es vasto y la página concisa, concluyo que los artistas somos simplemente el conducto de una energía mayor a nosotros en el sentido de que no somos capaces de descifrarla por su esencia abstracta. Por eso siento extraño cuando alguien me felicita por alguna de mis obras. Siento que yo no hago nada, que mi mano y mi ser son solo una vía del vetusto tren de la creación.
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(Mбs risas) Es simplemente una cuestiуn idiomбtica: diseсo en italiano significa dibujo. La academia naciу para organizar la discusiуn entre los que creнan que el dibujo era la esencia del arte y los que defendнan el color como esencial. Y tiene mucho sentido que el origen del tйrmino espaсol diseсar sea dibujar, aunque nuestra referencia sea design, que tomamos del inglйs a partir de la Bauhaus y sus artes figurativas.