El ayuno intermitente: rutina que todo líder debe considerar

EMPRENDIMIENTO

Rocío Durán / Psicólogo & Life Coach

Un líder que quiere ser proactivo y sobresaliente no solo por aportar ideas, sino también por saber ejecutarlas, debe construirse como un modelo de trabajo en su de salud mental y física. El ayuno intermitente ayuda en ese propósito.

Para nuestros cerebros el ayunar es como “hacer ejercicio”, por este motivo el ayuno intermitente influye en que tus estados de vigilia, claridad, alerta, creatividad sean más altos al igual que tus niveles de energía, aumentando tu productividad.

Origen de la teoría

En2016, Yoshinori Ohsumi, premio Nobel de Medicina y Fisiología, descubrió las maravillas de la “autofagia”. Se trata de un mecanismo innato de supervivencia para eliminar lo que no sirve y aprovechar lo que el cuerpo puede emplear en algunos procesos fisiológicos.

La teoría del ayuno intermitente está basada en la nutrición que realizaban las personas del Paleolítico, que vivían día a día sin la garantía de una comida. Siguiendo los biorritmos de la naturaleza, se levantaban a la salida del sol y salían en busca de comida.

Andaban unas 3 o 4 horas por la mañana en búsqueda de alimento, liberando una serie de hormonas como adrenalina, noradrenalina, cortisol y dopamina. Una serie de hormonas que favorecían un entorno metabólico perfecto para cazar y buscar alimento.

Eliminar las reservas de grasa

De esta forma, las personas del Paleolítico pasaban en torno a 14 o más horas de ayuno, normalmente. Este esfuerzo por mantenerse a uno mismo o a un grupo, consume energía. El cerebro rápidamente recurre a las reservas de glucógeno en el hígado.

Una vez agotadas estas reservas, empieza la formación de cuerpos cetónicos aprovechando las reservas de grasas. Ya existen estudios que demuestran el impacto positivo de esta práctica en el liderazgo.

Así que como cabeza de un equipo, si quieres ganar en tus habilidades mentales, diseña un plan para incorporar esta práctica a tu rutina de manera paulatina e inclusive promoverla en tu equipo de trabajo y verás muy pronto sus resultados.

Nuestro apoyo

En Rocío Life Coach estamos enfocados en construir y compartir estrategias que te permitan desarrollar tus habilidades de liderazgo de forma integral.  Si estás en la búsqueda de acelerar los procesos personales y de tu equipo haz llegado a las manos expertas.

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Efectos del ayuno intermitente

Reduce la fatiga mental

Hoy en día, nuestros hábitos de vida, el estrés y el ejercicio físico causan inflamación cerebral, y la frecuencia de comidas y lo que comemos, provocan estrés oxidativo en nuestro cerebro. Estos dos factores contribuyen a esta sensación de cansancio al no permitir que el cerebro trabaje de forma adecuada.

Por ejemplo, sabemos que el cerebro es muy sensible a altos picos de insulina, normalmente provocados por alimentos de alto índice glucémico. De hecho, desde el punto de vista evolutivo es poco natural comer 6 o 7 veces al día. Sin embargo, alimentos como las frutas y las verduras segregan azúcar en sangre lentamente, mientras que alimentos procesados o cereales inducen picos de insulina.

Aumenta la neurogénesis

La creación de neuronas es posible durante toda la vida. Cuanto mayor neurogénesis logremos a medida que envejecemos, en mejor estado mantendremos áreas del cerebro, entre ellas, el hipocampo, encargado de la consolidación de la experiencia y la información a medida que se almacenan las memorias a corto plazo como memorias a largo plazo.

Eleva la energía

Se ha demostrado que el ayuno intermitente estimula la biogénesis mitocondrial, la creación de nuevas mitocondrias. La función de estas es convertir en energía los alimentos que ingerimos. Se ha observado que los cuerpos cetónicos son un combustible muy eficiente a nivel celular, neuronal y mitocondrial, reduciendo la oxidación de las mitocondrias. De hecho, pensar que el cerebro solo puede funcionar con glucosa es un mito.

Mejora la productividad

Cuando estamos en un estado de ayuno, los niveles de varios neurotransmisores involucrados con la concentración, la atención, el estado de alerta y la memoria aumentan en diferentes especies. Retomando la teoría evolutiva, de forma sinérgica, durante esas horas de la mañana dónde somos mentalmente más activos, puedes tomar un té o café para ayudar a tener más energía, aumentando esos niveles de dopamina y noradrenalina.


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