Foto/ Cortesía KHN
¿Cómo se propaga y se combate esta plaga?
Rae Ellen Bichell
Kaiser Health News
Una noche reciente, la familia Marker recibió en su casa a una mujer vestida de púrpura, con una actitud militar hacia la limpieza. Linda Holmes, que ha trabajado como técnica con LiceDoctors durante cinco años, llegó directamente de su trabajo en un hospital después de recibir la llamada de un despachador debido a que la familia Marker la necesitaba lo antes posible.
Los expertos en el desagradable piojo de la cabeza, o “Pediculus humanus capitis”, están de vuelta. “Definitivamente están regresando”, dijo Kelli Boswell, propietaria de Lice & Easy, una boutique donde las personas en el área de Denver pueden librarse de los piojos. Boswell explica que el proceso que ellos aplican puede variar de minutos a horas según el método y el grado de infestación. “Es una señal de que las cosas están volviendo a la normalidad”.
Los resfriados y los gérmenes más peligrosos como el virus respiratorio sincitial infantil, más conocido como VSR, también están de regreso. Eso puede hacer que algunos se pregunten: con todas las medidas de prevención implementadas por la covid-19, ¿cómo comparten los niños estas cosas? Al igual que el coronavirus, todos estos “contagios” dependen del contacto humano.
Los piojos saben gatear
Desafortunadamente, las medidas que han tomado muchas escuelas para prevenir la transmisión de la covid-19, como las máscaras, lavado de manos, vacunación, hacen poco para prevenir la propagación del piojo de la cabeza. Sin embargo, el distanciamiento físico, como espaciar los escritorios a un metro de distancia, debería ayudar. Es más difícil la diseminación de los piojos que el contagio del Covid-19.
La proximidad no es suficiente para que se propagen los piojos. Es necesario que exista contacto directo cercano. Si un niño contrae piojos, lo más probable es que signifique que pasó un tiempo importante lo suficientemente cerca de otro niño como para que el parásito se mueva. Los investigadores tienden a estar de acuerdo en que la transmisión a través de objetos inanimados como peines y sombreros es mínima.
El piojo de la cabeza no es conocido por su fortaleza o destreza atlética. Los adultos no pueden sobrevivir más de uno o dos días sin tomar sangre. Sus huevos no pueden eclosionar sin el calor de una cabeza humana y morirán dentro de una semana sin esas condiciones acogedoras. Estos insectos no pueden saltar ni volar, solo gatear. Lo único en favor del piojo son sus garras altamente especializadas, desarrolladas para engancharse al cabello humano.
A diferencia del piojo del cuerpo, el de la cabeza no es conocido por propagar enfermedades. Una infestación no indica nada sobre la higiene de una persona. De hecho, expertos dicen que los insectos prefieren el cabello limpio porque les es más fácil engancharse. Y, pese a los conceptos erróneos comunes, pueden colonizar a personas de todas las edades, razas y etnias.
El encierro no derrotó a los piojos
Desde el punto de vista de la dominación mundial de piojos, las cuarentenas por covid no fueron positivas. Pero estas criaturas están en las cabezas humanas desde hace miles de años. Un pequeño encierro no iba a acabar con este romance. Federico Galassi, investigador del Centro de Investigación de Plagas e Insecticidas de Argentina, descubrió que los estrictos cierres tempranos de covid condujeron, de hecho, a una disminución de los piojos entre niños.
Pero los insectos no estuvieron ni cerca de ser eliminados. Su estudio encontró que la prevalencia se redujo de aproximadamente 70 por ciento a cerca de 44 por ciento. Una cosa está clara, cuando la gente cerraba sus puertas y se acurrucaba durante los primeros cierres, los piojos estaban allí, acurrucados con nosotros. Cuenta SaLeah Snelling que cuando reabrió sus salón Lice Clinics en Idaho, en mayo 2021, los casos de piojos eran más graves que antes.
Snelling encontró que no eran solo una o dos personas de la casa con piojos, sino toda la familia. Ahora, dicen Galassi y los exterminadores de piojos estadounidenses, las tasas de infestación han vuelto a ser como las previas al cierre, pese a las protecciones escolares por covid. Nix, una marca de productos contra los piojos, publica un mapa que afirma que los piojos abundan en Houston, Alabama y Nuevo México y Oklahoma.
Los adolescentes también los tienen
Wilson, copropietaria del Rocky Mountain Lice Removal en Lafayette, Colorado, también ha notado un aumento entre los adolescentes, que atribuye a tomarse “selfies” con amigos. “Les dices: ¿Han juntado sus cabezas? Y el adolescente dice: “No, nunca”, dijo Wilson. Y luego, de repente, literalmente se están tomando una selfie con sus amigos”.
La familia Marker no está segura de dónde se originaron los piojos de Huntley, que es alumna de tercer grado. ¿Quizá un amigo cercano o su grupo de baile? Los Marker gastaron más de 200 dólares para que revisaran a los cuatro miembros del hogar, incluidas las cejas y la barba de papá. Su padre y su hermano en edad preescolar no tenían piojos. Pero Holmes encontró un par de crías de piojos, o liendres en Paris, la madre de Huntley.
“Puedes quemarme toda la cabeza ahora mismo”, dijo Paris. Después de peinar cada cabeza con cuidado, Holmes terminó la sesión despidiéndose de sus clientes con un abrazo, prueba de que confía en su trabajo.