La Semana Santa conmemora la pasión y muerte de Jesucristo. Fueron unos días de intenso dolor y tristeza para sus allegados, en los que pueden verse reflejados quienes han perdido a un ser querido en los últimos meses. En otra Semana Santa marcada por la pandemia, una psicóloga nos ofrece algunas claves para sobrellevar mejor el duelo.
La covid-19 ya lleva más de un año entre nosotros. En este tiempo ha trastocado nuestra manera de trabajar, de pasar el tiempo libre, de movernos y de relacionarnos con otras personas. Pero todo eso es secundario si lo comparamos con las miles de vidas que ha segado. Afrontar la muerte de un familiar o de un amigo nunca es sencillo pero las circunstancias actuales lo hacen, si cabe, todavía más difícil.
“Si hemos perdido a algún ser querido durante la pandemia podemos tener un duelo de riesgo, que es un duelo más complicado de lo normal, ya que se trata de una pérdida inesperada y en muy poco tiempo. Además, es posible que no hayamos podido acompañar a esa persona en sus últimos días ni nos haya dado tiempo a hacer una despedida que nos ayude a superar la pérdida”, señala Macarena del Cojo, especialista del Instituto Psicológico Cláritas. (https://institutoclaritas.com/).
Ritual de despedida
La psicóloga subraya que cada uno reacciona de una manera diferente a la pérdida, por lo que podemos tener un sinfín de emociones que van, desde una gran tristeza y sentimientos de culpabilidad, hasta rabia y enfado.
Para lidiar con el dolor de la pérdida, Del Cojo propone algunas pautas. En primer lugar, recomienda expresar los sentimientos libremente. “Acepta y comparte con tus seres queridos cómo te sientes. Es normal sentir rabia, tristeza, miedo, impotencia, agotamiento, etc.”, apunta.
Asimismo, aconseja hacer un ritual de despedida. “Es un acto simbólico que nos ayuda a poner en orden nuestro caótico estado emocional y a tomar conciencia del proceso de duelo por el que estamos pasando. El ritual puede consistir en escribir una carta, construir una caja de recuerdos de tu ser querido o crear un álbum de fotos”, expresa.
La especialista también señala que planear un homenaje al ser querido para más adelante puede ser de ayuda. “Piensa que esta es una situación excepcional y que, más adelante, cuando las circunstancias lo permitan, puedes llevar a cabo la ceremonia que te hubiera gustado realizar en aquel momento”, destaca.
Además, la psicóloga hace hincapié en la importancia de cuidarse. “Escucha a tu cuerpo. Si necesitas desacelerar, hazlo, ya que el dolor consume mucha energía. Por otro lado, es importante tener una buena alimentación, dormir las horas necesarias y realizar algún tipo de actividad física”, manifiesta.
Según indica la especialista, en algunos casos puede ser conveniente solicitar acompañamiento psicológico. “Si notas que estas emociones se mantienen en el tiempo, el apoyo psicológico te puede ayudar a manejar el dolor y superar la tristeza de la pérdida”, afirma.
La importancia de la Fe
La Semana Santa puede ser un periodo especialmente sensible para los familiares y amigos de quienes han fallecido a causa del virus.
“Las personas creyentes que han perdido a algún ser querido debido a la pandemia se pueden ver reflejadas en la familia de Jesucristo. No solo en el dolor de la pérdida, sino también en la injusticia que supone el hecho de ver cómo familiares sanos a quienes ‘no les tocaba’ morir han terminado falleciendo de una manera repentina, como ocurrió con Jesucristo cuando fue condenado”, relata la psicóloga.
Por otro lado, “también pueden verse reflejados en la imposibilidad de acompañarles en el sufrimiento hasta la muerte, como le sucedió a María con su hijo”, añade.
Durante la Semana Santa se conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, tres hitos del cristianismo que podemos ver como una metáfora de las distintas fases del duelo que viven quienes han perdido a alguien cercano.
“La pasión, que se refiere a la agonía que Jesús padeció desde que fue condenado hasta su muerte, representa el sufrimiento previo que viven los familiares de alguien enfermo que está en los últimos momentos de su vida. La muerte de Jesús simboliza el dolor por la pérdida de un ser querido”, expresa Macarena del Cojo.
“Por último, la resurrección puede reflejar la aceptación de la pérdida, así como la calma y alivio que supone pensar que la persona ha pasado a otra vida mejor. También, la capacidad de adaptarnos a una ‘nueva vida’ sin su presencia”, declara.
La psicóloga destaca que la fe es un apoyo muy importante para las personas creyentes ante las experiencias de dolor. “Existe una concepción de la existencia de una vida tras la muerte en la que podemos dirigirnos a nuestros seres queridos rezándoles. Además, esa esperanza influye en nuestra forma de abordar nuestra muerte y la de nuestros seres queridos”, apunta.
“En mi experiencia como psicóloga, he comprobado que tener fe es algo positivo para sobrellevar el dolor y superar el duelo, debido a que pensar que la persona ha pasado a un lugar mejor proporciona tranquilidad”, señala.
No obstante, la especialista recalca que tener fe no es imprescindible para lidiar con una situación así, ya que también hay muchas personas que afrontan el duelo sin necesidad de estas creencias.
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Al mismo tiempo, se sucedieron las donaciones economicas, las actividades caritativas y la colaboracion con las instituciones civiles para mitigar los efectos de la pandemia, como la disposicion de seminarios y edificios diocesanos para acoger personas sin hogar, personal sanitario, o incluso para ser habilitados como hospitales si fuera necesario. Debido a las medidas de distanciamiento social, muchos catolicos no pudieron acudir a las celebraciones de Semana Santa. En la imagen, una mesa con palmas bendecidas, caracteristicas del Domingo de Ramos dispuestas para ser recogidas por los fieles.