Ecuatoriano llega a la NASA y envía un robot a Marte

Elio Morillo inmigrante hispano que se destaca en la carrera aeroespacial. (Foto/EFE)

Elio Morillo diseñador del helicóptero Ingenuity

Jorge J. Muñiz Ortiz

Elio Morillo, ingeniero de operaciones del explorador “Perseverance” de la NASA, conoce bien el significado de la perseverancia por todo el trabajo hecho hasta lograr participar en el proyecto del helicóptero Ingenuity que ha sobrevolado Marte. Morillo, nacido en Ecuador pero criado en puertorriqueño, se siento muy complacido al conformar el equipo de profesionales de la NASA, que trabajó en ese helicóptero, el primer aparato de este tipo que viaje fuera de la Tierra.

Ese “saltito”, como describió Morillo, fue de solo de entre 3 y 5 metros de altura, “para comprobar que podemos volar en Marte”. “Siempre es un desafío tras otro, pero siempre en la lucha. Esa ha sido la gran lección de mi vida. ‘Perseverance’ es la definición de mi vida, por ponerlo más sencillo”, expresó Morillo. Según relató, “por casualidades de la vida” fue que vivió en Puerto Rico, cuyo nivel “educativo, cultural y formación” le llevan a considerarse puertorriqueño.

Sin internet en casa

Morillo pasó sus primeros seis años de vida en Ecuador. Pero debido a la crisis económica en el país andino, que dejó a su madre, maestra de profesión, sin trabajo, decidieron mudarse a Puerto Rico, donde ya su hermano mayor residía. Fue específicamente a Caguas, municipio aledaño a San Juan, donde Morillo y su madre se reubicaron, en una residencia que no contaba con televisión con cable ni internet. Morillo fue a la Escuela Luis Cartagena Nieves, mientras que su madre volvió a enseñar en las aulas.

“Allí tuve unas maestras que siempre se inventaban de todo. Siempre nos apoyaban en las competencias de matemáticas y ciencias. Fue bien formativo”, recordó. Tras varios años en la escuela pública, fue becado en el colegio privado Notre Dame, también en Caguas. Siendo su madre una educadora, la educación era prioridad en su casa. Debido a problemas financieros, el joven y su madre se trasladaron a Nueva York, donde tuvieron que lidiar con la barrera del inglés.

Niño interesado en la ciencia

El proceso para que Morillo lograra ser matriculado en alguna escuela neoyorquina era más difícil de lo que pensaban, algo casi tan complicado como ser aceptado en una universidad. Según dijo Morillo, ya en aquel entonces las ciencias y la tecnología le llamaban mucho la atención. Fue así como el joven estudiante fue aceptado en la New Explorations into Science, Technology & Math School.

“En ese tiempo, la escuela no era especializada, pero al pasar los años se ha convertido en una de las mejores de Manhattan. Ahora hay que tomar un examen para entrar”, dijo. El joven continuó destacando académicamente, por lo que al graduarse de escuela superior y mientras esperaba ser admitido en alguna universidad consiguió ser aceptado en un programa de verano en la Universidad de Michigan.

Puertas que se le abrieron

Finalmente, en Michigan obtuvo un bachillerato en Ingeniería Mecánica, un título en Ingeniera Eléctrica y una maestría en Diseño e Ingeniería de Sistemas Espaciales. “Ahí se me abrieron las puertas al mundo aeroespacial, con compañías en Estados Unidos”, explicó. Morillo trabajó en el diseño de turbinas de aviones y en otros proyectos secretos del Departamento de Defensa. Finalmente fue contratado para trabajar en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.

Ese laboratorio logró despegar el Rover Perseverance hacia Marte en busca de rastros de vida antigua el pasado en julio de 2020. En 2016, a Morillo lo integraron en la misión al planeta rojo. “Ahora mismo estoy involucrado en esta misión y de ahí se abren muchísimas oportunidades en el aspecto del espacio”, destacó, después de subrayar que la economía espacial está creciendo muy rápidamente.


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