Por Rocío Durán

Este año tomé el reto de ser parte de “The latino Leadership Institute”. Y una de las cosas que más me sorprendió durante nuestro pasado encuentro fue el entrar en el tema del “síndrome del impostor”; o dicho, el “síndrome de la impostora”, para nuestro caso. Debo decirles que no fue conocer las recientes cifras de su frecuencia lo que me sorprendió, pues es sabido que es bastante alta entre empresarios y ni se diga empresarias y especialmente Latinas.

Lo interesante para mí fue que fuera un tema para tratar en una clase de liderazgo. Entendí que tiene todo que ver. Y el confirmar las cifras de una enfermedad que veo comúnmente entre las mujeres líderes y empresarias con las que trabajo, me puso a pensar sobre la necesidad de darlo a conocer y brindar algunas pistas para atenderlo.

¿Qué es el Síndrome de la Impostora?

Se refiere a un enorme sentimiento de culpa relacionado con la idea de no merecer. “No ser suficientemente; inteligente, capaz, educada y capacitada” para el cargo o la posición que se está ocupando. Por supuesto, cuando se siente esta culpa aparece un terror casi paralizador de ser descubierta pues existe el sentimiento permanente de estar engañando a los demás.

Características… o cómo identificarlo

Si tú has sentido por lo menos alguno de estos síntomas quizá puedas estar padeciendo o desarrollando este síntoma. Lo importante es identificarlas y ponernos en acción.

  • Sentir la necesidad de trabajar innumerables horas para demostrar que lo que hiciste y dijiste tiene soporte.
  • Creer que no mereces tus logros o éxito.
  • Temer que los demás se den cuenta de que eres todo un “fraude”.
  • Atribuir tus logros a la suerte o de influencias de terceros.
  • Rechazar halagos relacionados con tus habilidades profesionales. 
  • Pensar en “quién soy para merecer tanto”.

¿Cómo superarlo?

En mi trabajo con las empresarias usamos algunos ejercicios. Estos ejercicios practicados todos los días pueden ser de mucha ayuda para superar este síndrome.

  • Aceptar cumplidos y no rechazarlos con frases como “no es nada”.
  • Dar gracias por tus logros, especialmente antes de ir a dormir.
  • Celebrar con alegría y sin humildad tus habilidades y logros.
  • Recordar que siempre y sin querer estas inspirando a otros.
  • Tener en mente que eres el resultado de tu sacrifico y arduo trabajo.

Si tu situación con este síndrome te está afectando profesionalmente no dudes en llamarme.

Rocio Life Coach

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